Vall de Boí

La máxima expresión del arte románico catalán se encuentra en la Vall de Boí. Ocho iglesias y una ermita de un mismo estilo arquitectónico, agrupadas en un espacio muy reducido y declaradas Patrimonio Mundial por la UNESCO el año 2000, conservan significativamente su estado inicial. Un hecho muy importante en el municipio, dado que la estructura arquitectónica y las construcciones tradicionales de sus pueblos se han ido preservando a lo largo de los años. Pero la Vall de Boí es mucho más que románico. El Parc Nacional d’Aigües Tortes es el único parque nacional de Cataluña, con cumbres de más de 3000 metros de altura, ríos, estanques y barrancos que lo hacen un espacio único al sur de Europa. Para los amantes de la nieve hay la estación de esquí más alta del Pirineu, con uno de los snowparks más completos de la zona. Después de la gran variedad de actividades deportivas que ofrece la Vall de Boí, como el descenso de barrancos, la hípica, la escalada, las raquetas de nieve o el parapente, el visitante se puede ir a relajar en Caldes de Boí, al balneario con más variedad de aguas ubicado a 1500 metros de altura. Todo esto sumado al alto arraigo de las tradiciones culturales, la gastronomía y la artesanía, hacen de la Vall un paraje destacable del Pirineu.